Seguro que has leído mil historias sobre vudú, cruces de caminos y pactos con el diablo pero, ¿sabes lo que es el blues? Aquí te cuento alguna cosa.
Cuando se habla de blues, seguro que te viene a la cabeza la imagen del bluesman vagabundo, cargando con una guitarra y pateando caminos polvorientos. Todos hemos leído que el blues ha influido en otros géneros musicales actuales como el jazz, pop, rock o heavy metal. Prácticamente podemos encontrarnos el sabor del blues en casi toda la música. Pero todo esto es más moderno, así que tenemos que retroceder un poco en el tiempo.
Ahora sí, ¿qué es el blues?
El blues es un género musical que se caracteriza por tener un patrón repetitivo que se ejecuta una y otra vez durante todo el tiempo que dura la canción. Además, cabe destacar el uso desmesurado de técnicas muy expresivas al tocar los instrumentos que ejecutan la música. Todo esto, unido a ritmos que suenan en forma de tresillos, shuffle o swing, aporta al blues ese sabor tan particular y tan característico.
La palabra BLUES, que viene del inglés, se traduce como melancolía o tristeza. Es un género musical que ha evolucionado con el tiempo y, aunque en la actualidad las canciones cuentan historias muy variadas, es verdad que las temáticas melancólicas, tristes y desgarradoras le imprimen a la música una fuerza increíblemente intensa.
¿De dónde viene todo esto?
Para hablar de los inicios del blues, tenemos que remontarnos a la segunda mitad del siglo XIX, en las zonas rurales del sur de Estados Unidos, época de esclavos llevados desde África. En sus más antiguos orígenes, lo que terminaría siendo el blues era una música muy rudimentaria que aquellos esclavos llevaron consigo. Esta tradición musical fue la que dio lugar al nacimiento del blues en las plantaciones de algodón, construcción de carreteras y ferrocarriles, y prácticamente todo tipo de trabajos que desarrollaban los esclavos.
A través de aquellas primeras canciones de blues, los esclavos contaban sus penas, las inquietudes de su vida cotidiana, las penurias sufridas en sus trabajos y, en definitiva, su duro y difícil día a día, aunque también cantaban canciones que contenían temas espirituales y religiosos. En los tiempos más antiguos, la música era vocal, basada en cantos, y más adelante sería acompañada de rudimentarios instrumentos, construidos por los propios esclavos.
Con el paso de los años, este tipo de música se fue modernizando hasta llegar a convertirse en un género musical que llegó a influenciar a otros estilos, tales como rock, jazz, rock and roll o bluegrass. Después de este tiempo, y con la abolición de la esclavitud, el blues dejaba de ser la música de los esclavos para convertirse en un estilo mucho más actual y depurado, dividido en muchos subgéneros diferentes, dependiendo de la zona de origen.
Enamorado del blues
Un día descubrí el blues, y nunca jamás pude sacármelo de dentro. Escucho blues a diario porque me apasiona y me hace disfrutar. Pero no es comparable a tocar blues. En los buenos momentos, cuando todo fluye, cuando todo va bien, en los malos momentos, cuando parece que no hay vuelta atrás y que todo va a irse al traste, cojo la guitarra y toco blues. Me desahoga el alma, apacigua mis sentidos, me desconecta de la vida. Me eleva por encima de la realidad.
El blues me permite expresarme con total libertad y mostrarme tal como soy. Me da la oportunidad de decir todo lo que nunca he dicho. Me arranca los sentimientos más profundos que tengo en el alma, me espolea, me empuja a hacer cosas, a vivir. Blues rápidos y festivos, blues lentos y oscuros. Todos me aportan mi dosis de vitalidad. El blues lo llevo dentro, y sólo espero que este veneno tan poderoso no se acabe nunca.
Juan Trece
juantrece.com